jueves, 29 de abril de 2010

lautaro de corazon


El que fuera conocido y celebrado como gran caudillo araucano, fue capturado siendo muy joven por los hornees de Valdivia y, prisionero en Concepción, fue destinado al cuidado de los caballos. Al tener conocimiento de que se fraguaba una rebelión contra los españoles, Lautaro aprovechó un momento de descuido de los guardianes para fugarse y unirse a su pueblo en armas.
El año de cautiverio le había proporcionado unos conocimientos que le sirvieron para idear las tácticas adecuadas de combate, que puso en práctica en la batalla de Tucapel, donde Pedro de Valdivia fue derrotado y hecho prisionero. Tras este éxito, Lautaro continuó la ofensiva dirigiéndose hacia la posición española más sólida, la ciudad de Concepción. Las tropas del nuevo gobernador, Villagra, le salieron al paso pero fueron derrotadas; entonces Lautaro cruzó el Biobío, y ante la noticia, los españoles huyeron de Concepción. La ciudad fue saqueada y quemada.
Aquellos espectaculares éxitos de los araucanos causaron desmoralización entre los españoles, quienes pensaron en evacuar Santiago. Efectivamente, Lautaro continuó su guerra ofensiva y, mientras con sus tropas cruzaba el Maule, Caupolicán avanzaba hacia el sur contra Imperial y Valdivia. Aunque la suerte volvió a sonreírle en la batalla de Mataquito, ésta no fue decisiva, pues al año siguiente el gobernador Villagra logró derrotarlo en la acción de Peteroa, donde Lautaro cayó herido de muerte el 29 de abril de 1557.